Bolero


Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

Julio Cortázar

Canción de la mujer astuta


Cada rítmica luna que pasa soy llamada,
por los números graves de Dios, a dar mi vida
en otra vida: mezcla de tinta azul teñida;
la misma extraña mezcla con que ha sido amasada.

Y a través de mi carne, miserable y cansada,
filtra un cálido viento de tierra prometida,
y bebe, dulce aroma, mi nariz dilatada
a la selva exultante y a la rama nutrida.

Un engañoso canto de sirena me cantas,
¡naturaleza astuta! Me atraes y me encantas
para cargarme luego de alguna humana fruta.

Engaño por engaño: mi belleza se esquiva
al llamado solemne; de esta fiebre viva,
algún amor estéril y de paso, disfruta.

Alfonsina Storni

Carta a mi pastor


Usted Llega como el espíritu santo a mi vida. Quiere que dé a luz algo de su divinidad. A media voz me susurra y me enamora contándome cual es mi misión en esta vida. Aparece y desaparece en cada plegaria de mi vida. Aunque a veces se aleja y me deja a libre albedrio como el viento que lleva la basura de vereda en vereda.

Me haces ver el infierno en cada despedida y aun así me dice que habrá un castigo, sí creo en otras palabras que me profeticen amor eterno. Me hace cargar con el dolor de una vida que se quema con cada lágrima que hace destilar. Que va quemando las entrañas, como el tequila, luego me vota inconsciente al dolor de las traiciones de cada uno de sus amores.

A pesar que su presencia queme, marque, destruya el corazón, la conciencia y me deje sin pestañas los parpados. Llega con su lengua a quemar mi columna vertebral hasta que se abra el mar rojo, para que usted pase y llegue al otro lado de mí ser. Incendiando cada noche, la cama en que dormimos. Llena de plagas mi vida con su desamor y matando con anticonceptivos cada primogénito que le doy.

Que puedo pedirle si me mata cada día que le rezo y hace voltearme en el lodo y recorrer mi vida con un antifaz hecho de polvo y miseria para luego rematar mi vida con un ayuno de soledad. Lo veo alzando las manos bendiciendo a Dios y al amor y luego se cobijas en su nombre para usarme y botarme cada vez que me promete el reino de los cielos, siempre y cuando lo obedezca con humildad.

Ya no creo en sus palabras, pero creo en el amor que siento por usted, el mismo que me deja ver palomas blancas en gallinazos que recorren mi cuerpo vivo queriendo convertirme en carroña, para tener que hablar en la hora del almuerzo. Mientras los gavilanes me picotean cada vez que te extraño y me matan de dolor cada vez que te amo. Luego cuando me ve caer mi fe acude a mi llamado con su manada de fieras que me atrapan y me abren las entrañas para que recojan el diezmo y sacan de mi bolsillo todo mi trabajo.

Ahora mi única frase que exclamo a Dios, sobre ti es:

"Pastor de inocentes y de los insensatos has violado mi fe y mis esperanzas".

Como gata boca arriba


Te quiero como gata boca arriba,
panza arriba te quiero,
maullando a través de tu mirada,
de este amor-jaula
violento,
lleno de zarpazos
como una noche de luna
y dos gatos enamorados
discutiendo su amor en los tejados,
amándose a gritos y llantos,
a maldiciones, lagrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría)

Te quiero como gata panza arriba
y me defiendo de huir,
de dejar esta pelea
de callejones y noches sin hablarnos,
este amor que me marea,
que me llena de polen,
de fertilidad
y me anda en el día por la espalda
haciéndome cosquillas.

No me voy, no quiero irme, dejarte,
te busco agazapada
ronroneando,
te busco saliendo detrás del sofá,
brincando sobre tu cama,
pasándote la cola por los ojos,
te busco desperezándome en la alfombra,
poniéndome los anteojos para leer
libros de educación del hogar
y no andar chiflada y saber manejar la casa,
poner la comida,
asear los cuartos,
amarte sin polvo y sin desorden,
amarte organizadamente,
poniéndole orden a este alboroto
de revolución y trabajo y amor
a tiempo y destiempo,
de noche, de madrugada,
en el baño,
riéndonos como gatos mansos,
lamiéndonos la cara como gatos viejos y cansados
a los pies del sofá de leer el periódico.

Te quiero como gata agradecida,
gorda de estar mimada,
te quiero como gata flaca
perseguida y llorona,
te quiero como gata, mi amor,
como gata, Gioconda,
como mujer,
te quiero.

Gioconda Belli



Los tiempos jubilosos


Aunque la piel se gaste
yo quiero despertar y hallarte cerca,
contigo amanecer día tras día.
Yo quiero detenerte,
quedarme en tu mirada para siempre.


Y cuando caminemos
y el aire nos divida
o se atraviese el miedo
serán tus ojos únicos
los que me den la mano.


Nos habla esta ciudad
con un idioma de alas y barcos,
esta ciudad de Seatlle
en donde resucitan los recuerdos.
Esta ciudad azul
tiene un costado ardiente
y tiene mil esquinas
en donde se han amado nuestros pasos.


Hoy puedo agradecerte
por esta mariposa de placer,
por esta gota ardiente
que pones en mi piel alucinada,
por esta luz de fresas
que traes en la punta del silencio.
Te doy amor las gracias
por este nuevo vino que me ofreces.

Violeta Luna (Ecuador, 1943)


la vide de un àcaro - Vapor Letal





Para reir y saber que a veces la vida de un àcaro es màs valiosa que la de un ser humano jajaja
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